Para terminar por hoy,
os voy a contar una anécdota
que me ocurrió hace ya muchos años.
Cuando por algún lugar aparecía o sonaba la palabra Andorra...
De repente a mis amigas y a mí
nos entraba la risa floja...
Esa risa que no puedes controlar...
al darte cuenta,
del ridículo tan grande
que Yo había hecho.
Todo ocurrió una noche de copas,
en mi época universitaria.
Terminamos en un piso
jugando al pictionary
Un juego novedoso en aquella época.
Todos sabréis,
que consiste en dibujar la palabra que te aparece en una tarjeta,
y tu compañero de juego la debe adivinar.
El caso es que me tocó de pareja,
con el guapo del grupo.
!QUE GUAPO¡
Madre mía....
yo su compañera...
!!!Que nervios!!!
Al fin, nuestro turno.
Yo dibujo...
que soy muy mala adivinando...
Y dale que te pego...
Dibujaba un mapa de España...
Y marcaba abajo....abajo...
¿Ceuta?
¿Melilla?
¿África?
Me preguntaba él,
mientras pronunciaba con su sonrisa
aquellos maravillosos hoyetes.
Y yo gesticulaba...
otro....otro....
Y todos decían,
no hay otro Espe..
Y yo no podía pensar,
ni recapacitar.
Aquellos hoyetes
Hasta que después de un buen,
pero que buen rato,
me di cuenta...
de que yo estaba pensando en un sitio donde por aquellos tiempos,
todo se podía comprar barato...barato...
ANDORRA...
Ya te vale...
Esperanza.
Han pasado cerca de 20 años,
y gracias a Dios,
sigue con los mismos hoyetes,
y la misma sonrisa,
pero ya no se acuerda de que coloqué Andorra en el sitio de Melilla.
María,
cuando me dijiste que vivías en Andorra,
por un momento me entró aquella risa floja,
que tan buenos momentos me hizo pasar.
Espero que te guste.
Un besazo.
Y por hoy me despido.