MI LONE STAR
Os contaré la historia
de esta bonita estrella.
En diciembre de 2011,
Mi mano derecha del patch,
Carolina y yo,
teníamos muchisimas ganas de coser una estrella de ocho puntas.
La famosa Lone Star.
Cuando empiezo un trabajo,
me lo planteo de dos maneras completamente diferentes.
O bien, quiero hacerle algo a ALGUIEN,
y busco aquello que creo que le vaya a gustar.
O bien,
hago algún diseño que me gusta muchiiiiiisimo.
Y después le encuentro ese ALGUIEN....
al que le encaje perfectamente.
Ahí andaba yo....
cortando, cosiendo....
planchando...
Cuando de pronto... me di cuenta de la manía obsesiva
que tengo por contar las piezas de patchwork.
que tengo por contar las piezas de patchwork.
Me encanta saber cuantas piezas distintas coso.
1,2,3.....100,101,....etc.
En ese momento, se me vino a la mente una anécdota de septiembre del 2009.
Nos llevamos a los peques a visitar París.
Isaac tan solo,
Guiller ya tenía seis.
Se empeñó en subir a ver la famosa campana de Notre Dame.
Delante de él, iba su padre, detrás Pipo.
Guiller iba con la cabeza gacha,
no hablaba...
Guiller, te mareas?
Guiller no contestaba.
Guiller, paramos?
Guiller seguía sin contestar...
Al llegar al último escalón...
subió muy serio la cabeza.
Por fín habló:
387 escalones.
Esta estrella solo podía ser para él.
Después de tres años, al fin la terminé.
La cosí rápida a máquina.
Pero la acolché lenta, a mano.
Que decisión más buena...
Que bonita queda.
Guille,
La mayor satisfacción que me puedes dar...
es que la uses, la arrugues, la mimes,
la quieras.
Tan solo eso le dará vida.
Te adoro Guille.
Tiempo después la terminó Carolina y así de bonita le quedó.