RECUERDOS de un fín de semana en Onil.


Muñecas basadas en Tilda. 




21 de Noviembre de 2018.               
Alcázar de San Juan.                  
                 



Hola Susana, 
¿Cómo van esos estudios? 
Seguro que estupendos.
¡Tú puedes!


Inma y yo, estamos contigo
jajaja... una meditando y la otra cosiendo.
Anda, ve a por un cafetito, o una cervecilla, que la entrada va a ser de las antiguas.


Lo prometido es deuda. 
Aquí me tienes para explicarte mi aventura por Onil.
Lo primero que aprendí es la importancia de unas tijeras, un pegamento, y unos recuerdos.



Por si llega el día en que estos recuerdos se borren, y no pueda recordarlos.



Cuando nos vimos en Madrid,



 te conté, como comenzó esta aventura.

Verónica, me preguntó si le hacía una patilarga.
Yo le comenté que me gustaría hacer un curso... 
y poco a poco se enredó la madeja.... 
No lo veía yo muy claro, 
conforme pasaba el tiempo....
¡¡¡ madre mía!!!
 yo tardo casi un mes en hacer una.
 A ver como me las arreglo para sacarla en dos días.

Tus maravillosos audios de wasap
siempre eran:
Espe... tienes que terminarla, o dejarla casi terminada.
Espe... tu puedes...
Espe... venga...
Vamos mi Espe..

Pues bueno, objetivo cumplido. 
El sábado estuvimos 11 horas sin levantarnos de la silla y el domingo 9 horas sin parar. 
Pero lo conseguimos.




He de reconocer, que se me ha dado mejor de lo que esperaba.
Por una parte me he quitado la espinita, de probarme a mi misma.

Por otra parte he tenido la gran suerte, de que Verónica se cruzase en mi camino... 
así de casualidad, sin buscarnos.
Sabes que soy de muchas letras... por internet,
pero pocas palabras por teléfono y en directo jajaja.
Mi gran miedo eran las alumnas...
Necesitaba que fuese gente con experiencia en máquina de coser.
Con ganas de coser.
Y que no se agobiasen.
No conocía a ninguna, tan solo a través de las redes sociales a Mercedes Pelegrí
De nuestros inicios por los blogs... 
Hace ya unos cuantos años.

Tenía claro, muy claro,
cómo quería hacer este Monográfico.
Primero, buscamos las telas que Verónica tenía para poder hacer las muñecas.

Cuando las recibí, hice una de muestra.
Y cuando dimos las dos el visto bueno,
lo publicamos en Facebook.


Sabía que tenía que ser con poca gente,
para conseguir memorizar el nombre de todas.
(mi cabeza, me falla jajaja)

Una vez que supe sus nombres,
me puse manos en la masa.


Primero hice MIS APUNTES, 
esos apuntes a mano que tanto, tanto, 
tanto me gustan hacer.
Esos apuntes PERSONALES,  que creo que todo el mundo debería hacerse.
A su modo, con sus trucos, sus dudas y sus correcciones.


Luego intenté hacer unos en el ordenador con fotos y letra bonita.
He de reconocerte que estos no me gustaron tanto de hacer jajaja...
Me resultó muy pesado.

El paso siguiente fue personalizarlos...
Para que no fuesen unas simples fotocopias,
que escanear y compartir a todos los grupos de wasap  nada más llegar a casa.
(última tendencia. Cosas mías)

Entre tanto... 
ya sabes de mi adicción por poner nombrecitos a las cosas.


Me viene a la cabeza el curso que fuimos de Jinny Beyer… cuando saqué el celo de doble cara y te puse tu nombre en todo...



¿Te puedes creer que muchas no sabían quién era nuestra Jinny?
Ni su libro.
 Un indispensable para las amantes del patchwork a mano.



Bueno que me pierdo,
  una vez montadas todas las cajas,
justo la noche antes de tener que coger el tren.

Me di cuenta de que no sabía donde meter aquello.
En la maleta...se me doblaran.
De nuevo me viniste a la cabeza...
Con aquellas cajas de la Thermomix y esas maravillosas ruedas para llevarlas.
Ahí estaba yo... 
improvisando como buena manchega.
Las ruedas del carro de la compra.
jajaja.
Solo me faltaba la gallina,
 cuando me subí al tren.
Que poco glamur.


Mi gran sorpresa, 
fue el instante en que abrí la puerta de la tienda de Verónica,
jamás he visto algo tan espacioso y amplio.

Que envidia sana me dio.


Y al final... final... final del todo.
Que rincón más maravilloso para dar un curso.


Esto PROMETE.
De repente, me entró una gran tranquilidad,
al ver por mis propios ojos,
que era real, que había MUCHISIMO sitio para máquinas de coser, tablas, etc.


Los trabajos que tiene expuestos, son preciosos.



Este en particular es espectacular. 
El viernes antes de irnos a dormir dejamos colocadas las cajas y las bolsas del miraguano.



Lo quería todo despejado.



El sábado a quien primero conocí fue a Mercedes.... que terremoto madre mía.
Y que encanto.



Poco a poco fueron llegando...
Poco a poco fuimos cosiendo.



La primera en terminar el "vuelo de la Oca"
fue Rosa.


Por azares de la vida, 
coloqué la caja de Pilar justo enfrente de mi.
Qué gran decisión.
No la conocía de nada, pero nada más empezar, me recordó a mi Carolina.
Pausada, tranquila, perfeccionista.
Y fue la que sin ella saberlo fue marcando los tiempos.
Me recordó el curso que hicimos juntas en
 La Tertulia del Patch en el 2012
(cómo pasa el tiempo Carol)



hubo un momento...que Carolina me dijo:
que deprisa va la gente, me estoy empezando a agobiar .
Y ese recuerdo... me ayudó a echar el freno.




¿y qué más puedo contarte?



Que hasta hemos forrado el vestido.



Hubo muchas risas.
Y momentos muy entrañables.


Hubo paella.



También chocolate.



Y tiempo para unas cañas.




Mari Carmen, me habría encantado conocerte.




Muchisimas gracias.

Cristina, Ana, Rosa, Montse, Merce, Mercedes, Pilar y Verónica... 

POR ESTE RECUERDO.




Un besazo desde un rinconcito de

Alcázar de San Juan.





El día que descubrí, que yo quería hacer Patchwork a mano.


       Hoy en día, todo es muy fácil.

Todo el mundo sabe de todo.

Todo lo podemos encontrar en internet, 

en millones de libros, revistas y tutoriales.

Hoy en día  podemos ir a exposiciones, ferias y cursos.


Pero me gustaría que os situaseis tiempo atrás.

Un día cualquiera, antes de ir a recoger a los nenes al colegio.

En un pueblo de Castilla la Mancha, 

donde patchwork, 

eran algunos trabajos vistos en la revista Labores del Hogar.

Me gustaría,

 transmitiros,  la sensación de admiración y fascinación que sintió una simple aficionada a la costura, 

y principiante en el mundo del patchwork "a mano"

al ver aquellos trabajos.


De casualidad,
bendita casualidad, una amiga me dijo:
Esperanza, vente, que te voy a llevar a una casa aquí en Alcázar de San Juan....
que te va a dejar loca.
Casa de Alicia Gómez-Comino



Era una casa, jajaja...

Una casa por la que paso todos los días dos veces para ir al colegio.

En ella vivía una señora mayor que lleva haciendo patchwork toda la vida.

Que había estado en Estados Unidos, en el condado de Lancaster viendo a los Amish.
Que ha sido socia fundadora del grupo de Patchwork en España.

Que todo lo cosía a mano.
Todo lo acolchaba a mano.
Y que vivía ahí... 
a unos metros cada mañana de mi.
¿Os apetece ver lo que yo vi? 
Os lo cuento... 
Yo tengo la suerte de haberla conocido y haber visto todo esto... explicado por ella en persona.

Nada más abrir la puerta esto es lo que me encuentro:



 Me parecio tan bonito...
tan amish...



 Seguidamente me enseño un dormitorio.


Los ojos se me fueron directamente a aquel Jardín de la abuela de tres vueltas.


Y a esos majestuosos acolchados.


















Encima, este Plato Dresde.


Esta otra esta a su lado.






Si miramos a la pared vemos 


esta impresionante vidriera.



A su lado este sampler.


 Recuerdo que cuando lo vi por primera vez, 
estaba yo enfrascada en los dibujos y tutoriales de nuestro sampler....
Que alegría me dio reconocer la pata de oso,

el sendero del borracho,

 el plato Dresden o el log cabin.

 Y al otro lado este Baltimore.



Cual fue mi sorpresa antes de salir de aquel dormitorio...
Que al girarme, detrás de la puerta, pude ver 
Un Crazy.

Madre mía. Allí había de todo.

Legó el momento de volver al pasillo... 
cuando por segunda vez en la vida me recorrio un gran escalofrio de cabeza a pies... 
al ver algo de patchwork.


Esta maravillosa Vuelta al Mundo.



 Son cuadrados de 2cm. Totalmente cosidos y acolchados a mano.





Tal fue el impacto que me causo ver aquel RADICAL cambio de color,
que al mismo llegar a casa...
saqué mis colores y me puse a dibujar.
 
 saqué telas
y me puse coser el mio...
inspirado en el de Alicia.



De aquí pasamos a su salita,
donde ella solía pasar las horas cosiendo,
al lado de la ventana.


Al lado

 Parece muy complicado,
pero si lo analizamos solo necesitamos
 un triángulo y un cuadro.


Ahora,

Nos encontramos con este bonito quilt, sin guata,
 

creo que la utilizaba como mantita de verano.
Que degradación más bonita de rojos.


Y que afición repentina nos han entrado a todas ahora por los hexágonos. 

Delante de la chimenea, esta mesa baja


 Este miniquilt, con cuadritos de 1 cm.



 Este log cabing en una silla.



Y si giramos la cabeza unas puertas que dan a otra habitación, con estos visillos también hechos por ella.

 Encima de la puerta... este otro quilt.
Para este tan solo necesitamos la plantilla de un triángulo...
Tengo que sacar el proceso.


 Pasamos a una maravillosa biblioteca.
Perfectamente clasificada y ordenada.
Donde podemos encontrar todo tipo de libros de patchwork, muchisimas revistas japonesas y americanas.

y papiroflexia, su otra gran pasión.

 Que bonita me parecio esta estrella.


Este miniquilt está a su lado.

 
Hemos comprado el libro del que lo sacó,


Su libro.





Llega el momento en el que ya no me cabía más en la cabeza.
He visto tanto y me ha gustado todo tanto...
que tengo que asimilar todo lo visto.
Pasamos a otra habitación, 
otro escalofrío me recorre el cuerpo.


Este es el quilt que preside la estancía. 


Este es el quilt que hay encima del sofá.
Un bonito nine patch, con un colorido super agradable.
Todito A MANO.

Bonito por delante...
Fantastico el acolchado por detrás.


Madre mía que acolchado.
Impecable como siempre.


En la siguiente pared...
aaaaahhhhh
que bonito.
¿adivinas como va?

Me encanta....
Reconozco que era la primera vez que veía este modelo....
y me costo pillar... como era su montaje...
jajajaja...


Me encanta.

¿ Lo has sacado verdad?

Yo hasta que no lo he conseguido...
no he parado.


Ahora toca pasar a la siguiente habitación, 
donde tiene guardadas sus telas,
AMERICANAS.


Y sus hilos perfectamente ordenados.


Así como su colección de cajas de metal.


De aqui me encantó esta estrella de 8 puntas.

Que colores más lisos. 
Y que bonito el efecto que dan.


 No me pregunteis donde estaba colgado este,


 Ni este,



O este.


Pues mi cabeza ya no daba para más.
Era tal mi estado, que no me daba tiempo a asimilar la cantidad de horas de trabajo que había alli metidas.
Otro log cabin fantastico es este:


 Debe ser de 1 cm. 
Confieso que es mi bloque preferido dentro del patchwork.

Salimos de nuevo al pasillo y veo 
este maravilloso bolso.... 

 Que bonito es en vivo.
Nos hemos comprado su revista, 
de donde ella lo sacó....
Para hacernoslo.

También encontramos este otro bolso.
Este es frecuente verselo por la calle
 a su sobrina Herminia.



Otro miniquilt es este de las pajaritas.


Tiene un acolchado muy bonito, 
simulando pajaritas y estrellas de Ohio.



Otro más.

Uno Manchego.





Que originales me parecen los dos.




 Yo pensaba que ya nos podíamos ir...
Pero cual fue mi sorpresa al pasar a la cocina...


 Pero que bonitoooooo


 Me encanta esa estrella

 Por favor...
Lo tengo que sacar.


Lo saqué. 
 Tres vueltas de log cabin de 2 cm.
Y para la estrella:

La cuarta vuelta va partida en tres piezas cada tira.
Para sacar la estrella.

Dependiendo de si los 8 picos los ponemos iguales o en dos colores.
El resultado variará un poquito.
Y seguro que lo haré.


Es Sensacional.


Y aquí termina nuestra visita.
Agradecer a Herminia, su amabilidad, y su generosidad, al dejar a 16 locas del patchwork,
pasear libremente por la casa y hacer fotos a todas estas obras de arte.
Este es el patchwork que me pone los pelos de punta a mi.
El que empieza AQUÍ.